mujer que come durante su menstruación dolorosa

¿Qué debes comer cuando tienes menstruaciones dolorosas?

Las menstruaciones dolorosas, también llamadas dismenorrea, afectan a la gran mayoría de las mujeres en edad reproductiva. Cólicos abdominales, dolor lumbar, fatiga y, a veces, dolores de cabeza: estos son síntomas que dificultan esta época del mes.

Por supuesto, algunas encuentran alivio con medicamentos, pero cada vez más mujeres buscan adoptar métodos más naturales. Entre ellos, la dieta juega un papel clave. Lo que comemos puede exacerbar la inflamación y, por lo tanto, el dolor, o, por el contrario, ayudar a nuestro cuerpo a afrontar mejor esta fase del ciclo. Y como cada cuerpo es diferente, algunas mujeres también combinan su rutina dietética con soluciones complementarias como los parches antiinflamatorios Madame Patch, enriquecidos con CBD y cúrcuma, que proporcionan un alivio específico y natural. Por qué lo que comemos influye directamente en el dolor menstrual Durante la menstruación, el útero produce sustancias llamadas prostaglandinas. Estas son las hormonas que desencadenan las contracciones musculares que expulsan el revestimiento uterino. Pero cuando su producción es demasiado alta, intensifican los cólicos y empeoran el dolor. Aquí es donde entra en juego la dieta: algunos nutrientes ayudan a reducir la inflamación y relajar los músculos, mientras que otros crean un entorno propicio para el exceso de prostaglandinas. Una dieta desequilibrada, demasiado rica en azúcares refinados o grasas saturadas, puede, por lo tanto, intensificar las molestias. Por el contrario, incorporar alimentos ricos en magnesio, ácidos grasos omega-3 y fibra ayuda al cuerpo a gestionar mejor este período. En otras palabras, comer se convierte en una herramienta fundamental para prevenir y controlar el dolor menstrual.

Alimentos que ayudan a aliviar las menstruaciones dolorosas

Rápidamente se hace evidente que ciertos alimentos proporcionan un verdadero alivio. El magnesio, por ejemplo, es un mineral esencial. Favorece la relajación muscular y limita las contracciones uterinas excesivamente intensas. Se encuentra en abundancia en legumbres, frutos secos, chocolate negro rico en cacao y semillas de calabaza. También es un aliado para el sueño y la gestión del estrés, dos aspectos que a menudo se ponen a prueba durante este periodo. Los ácidos grasos omega-3 también desempeñan un papel vital. Conocidos por sus propiedades antiinflamatorias, ayudan a reducir la acción de las prostaglandinas. Los pescados grasos como el salmón, las sardinas o la caballa son excelentes fuentes, pero también puedes recurrir a las semillas de chía, las semillas de lino o las nueces como alternativa vegetal.

Otro nutriente clave es el hierro. La pérdida de sangre relacionada con la menstruación puede provocar una disminución de este mineral, lo que aumenta la fatiga y, en ocasiones, los mareos. Consumir alimentos ricos en hierro, como lentejas, espinacas, tofu o carne roja magra, ayuda a limitar estos efectos.

Finalmente, no se deben descuidar las frutas y verduras frescas. Ricas en fibra y agua, facilitan la digestión, reducen la hinchazón y contribuyen a la hidratación corporal.

Los cítricos, la sandía, las bayas y el pepino se encuentran entre los mejores alimentos para incluir en la dieta durante la menstruación.

Alimentos que pueden empeorar los calambres

Por el contrario, conviene limitar el consumo de algunos alimentos para evitar que aumenten las molestias. La cafeína, por ejemplo, puede parecer esencial para combatir la fatiga, pero estimula el sistema nervioso y promueve la vasoconstricción, lo que puede empeorar los calambres.

Los alimentos procesados ​​y azucarados, ya sean bollería, refrescos o platos preparados,, provocan picos de azúcar en sangre seguidos de episodios de fatiga, además de promover la inflamación. Crean un círculo vicioso: cuanto más consumes, más disminuye tu energía y más intenso parece el dolor.

También debes controlar la sal. En exceso, promueve la retención de líquidos y agrava la hinchazón, ya común durante la menstruación. En cuanto al alcohol, deshidrata el cuerpo e interrumpe el sueño, dos factores que contribuyen a dificultar aún más este período.

Consejos sencillos para incorporar una dieta relajante

Adoptar nuevos hábitos alimenticios no tiene por qué ser complicado. Lo mejor es centrarse en comidas ligeras pero regulares para apoyar al cuerpo sin sobrecargarlo. Incorporar infusiones relajantes de manzanilla, jengibre o canela es una excelente idea: promueven la relajación muscular y complementan perfectamente una dieta equilibrada. Preparar las comidas con antelación también puede ser una buena estrategia. Cuando la fatiga se instala, es más tentador recurrir a comidas rápidas y procesadas. Tener verduras cocidas, legumbres listas para comer o fruta recién cortada a mano ayuda a mantener una dieta adecuada, incluso en los días con poca energía.

Dieta y Soluciones Complementarias: Un Enfoque Holístico

Si bien una dieta equilibrada ayuda a reducir los cólicos, es solo una parte de la solución. Combinar estas opciones alimentarias con otros hábitos puede transformar la experiencia menstrual. El descanso, un sueño reparador y actividades físicas suaves como el yoga o caminar promueven la circulación sanguínea y relajan los músculos.

Además, algunas mujeres encuentran un verdadero alivio al combinar su dieta con métodos complementarios, como la aplicación de parches antiinflamatorios. Los parches Madame Patch, enriquecidos con CBD y cúrcuma, actúan directamente sobre la zona dolorida para calmar los calambres de forma natural y discreta.

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